sábado, 3 de julio de 2010

Benasque: Ibón Coll de Toro

Viernes, 25/06/2010

Con el tiempo justo para comer y hacer la mochila, ni una rápida ducha tras salir del trabajo -Ali y yo por que los otros…- da comienzo este nuevo planazo con el único objetivo de llevar el casco de Tauro al Ibón del Coll de Toro. Tras quitar 3 dedos de mierda al “mata pájaros” en un lavadero cercano a mi casa, nos disponemos en ir en busca de la otra pareja, los propietarios del H i30 vecinos de Valdespartera. Planazo a 2 coches debido a la cantidad de utensilios que llevamos para sobrevivir solo un fin de semana en la montaña. Una vez puestos en ruta, nada digno de destacar salvo que tuvimos que parar después de Graus para que algunos fumaran e hicieran sus necesidades. Al terminar de pasar un tramo de típica carretera de montaña -estrecha y curvilínea- llegamos al pueblo de Eriste donde nos sorprendió una tremenda tormenta que hizo que cambiásemos nuestros planes de parar en Benasque a comprar hielos.



Aunque no llovía, decidimos seguir adelante para llegar al camping por si le daba por descargar fuerte otra vez y así aprovechar para montar las tiendas y que no nos pillara in situ aunque no hubo amenaza de agua en lo que quedo de tarde-noche. Una vez montado todo, procedimos a cenar unas pechugas empanadas que hizo Vero con absoluta amabilidad de 2 maneras: con pan rallado y con harina. La noche dio poco más de si, un par de ronachos calientes y pronto a dormir ya que nos habíamos levantado a las 4:30AM para ir a trabajar y el cansancio se hacia notar ya.



Sábado, 26/06/2010

Nos levantamos tarde debido a un fallo a la hora de configurar el despertador. A Alicia no se le ocurrió otra cosa que ponerse a tocar la armónica -pésimamente, por cierto- a las 9:35 AM lo que conllevó a una llamadita de atención de un señor de la furgoneta de al lado tildándola de irrespetuosa. Una vez que estábamos todos, durante el desayuno se planifico la ruta a seguir. Tras una breve discusión por que coche llevar, nos decantamos por el Hi30 blanco. Al sacarlo, Ricardo se equivoco de sentido y al dar la vuelta no se percato que tenía un socavón al lado y su paragolpes se llevo un bonito recuerdo de Benasque en forma de raspón. No es consciente de que el Hi30 no es un 4x4 como ya le paso en Pozan de Vero. A este paso, como esto siga así, me temo que pocos Planazos le quedan por ver a este vehiculo. Una vez recogido todo y con las mochilas preparadas, bajamos al pueblo de Benasque a comprar pan con el leve contratiempo de encontrarnos con una grupo de vacas que nos retraso considerablemente.



Para mas desgracias, a la subida nos encontramos con otro grupo de vacas que hasta que tomaron el desvío del Valle de Estós nos tuvieron parados en la carretera. Una vez llegados, buscamos sitio para aparcar y coger el autobús que nos acercara hasta la Besurta. Para seguir con la buena racha, el bus se acababa de ir y tuvimos que esperar unos 30 - 45 minutos en la parada.

Itinerario





Una vez en la Besurta, nos pondríamos rumbo al Ibón Coll de Toro, destino principal de este planazo, aunque debido a la hora -sobre las 12:30- y al fuerte calor reinante en la zona lo hizo peligrar considerablemente. Tras unos primeros kilómetros sorteando gente y unos 40 minutos conseguimos llegar a la Cascada de Aiguallut -lugar donde un servidor se cayo años atrás- donde contemplamos la belleza de la zona y nos hicimos unas cuantas fotos.

Cascada de Aiguallut

     

Según avanzábamos el sol iba desapareciendo y al llegar al indicador del Ibón de Toro en el Forau d´ Aiguallut nos planteamos seriamente el seguir debido a la nubosidad formada en torno a nosotros. Escogimos seguir adelante y tras una breve e intensa subida decidimos parar para ponernos ropa de abrigo ya que el tiempo que hacia en un principio ya no acompañaba. Al poco de reanudar el planazo llegamos a un falso llano, donde después de tirarnos unos bolazos de nieve, nos condujo hasta el ultimo indicador del Ibón. Aquí es donde llego el momento álgido de este planazo, Ricardo saco su casco de Tauro -que tanto trabajo le costo hacer semanas atrás- y nos hicimos muchas fotografías con él.

Vista General



Vista delantera y trasera casco de Tauro

     

Las féminas, después de pasar vergüenza, nos dieron un toque de atención diciendo que ya estaba bien y que había que subir al ibón. Ya solo quedaba por realizar un último esfuerzo antes de verlo. Y en menos de 10 minutos ya estábamos allí, en el Ibón Coll de Toro.

Ibón Coll de Toro

     




Por fin llego la ansiada hora de comer, unos cuantos bocadillos, mas fotos, un descanso para recomponer fuerzas y unos truenos que nos indicaban que no pasaríamos mucho mas tiempo allí. Al sentir las primeras gotas de lluvia y ver que seguían los truenos y que el cielo se ponía cada vez mas negro, no nos quedo mas remedio que ponernos los chubasqueros y empezar a bajar.



Según pasaban los minutos y tras un descenso ágil, la lluvia iba cesando y lo que parecía que iba ser una gran tormenta quedo en nada. Ya en el Forau d´ Aiguallut nos lo tomamos con calma, con un ritmo mas pausado pudimos disfrutar del paisaje y fotografiar todo aquello que no dio tiempo de ver cuando íbamos camino del Ibón.

Forau d´ Aiguallut

     

     

Al pasar la cascada avistamos ladera arriba a unos animales naranjas-marrones que Alicia aseguraba que eran sarrios. Intentamos sacarles fotos pero debido a la lejanía no se apreciaba muy bien lo que eran. Algunos decían marmotas, otros mapaches pero Alicia seguía empeñada y poniéndose pesada -que a eso no le gana nadie-en que eran Sarrios llegando incluso a llamarnos incultos.

Marmotas Pirenaicas

     



Seguimos la vuelta al autobús con la duda de que eran esos curiosos animalillos pirenaicos. Tuvimos suerte de llegar un par de minutos antes de que se fuera, en el trayecto pudimos ver que por allí había llovido bastante. Ya solo quedaba coger el coche e ir de vuelta al camping. Una vez allí y con el casco puesto a salvo, la única preocupación de las chicas era que hubiese agua caliente para ducharse y la mía era quitarme ese olor a sudor efececero que llevaba mi cuerpo 2 días y de la excursión. Al volver relajado, mi sorpresa fue ver que las chicas aun estaban allí -con las prisas que llevaban por el agua caliente- hablando tranquilamente y con la receta que indicaba que había pasado el guarda y les había tocado pagar. Una vez cambiados y limpios procedimos al saqueo de todo dulce que teníamos por los coches y nevera. Hicimos tiempo jugando a las cartas hasta la hora de la cena, en la que la sopa nos entro bastante bien. Seguimos con los dulces y según iba cayendo la noche y el frescor apretaba nos desplazamos hasta el interior de la tienda, -en la zona del toldo- donde dimos paso a partidas de guiñote y múltiples de mentiroso acompañado de ronachos calientes -debido a la ausencia de hielo- por cortesía de Ron Magua. Una vez “calientes” y de madrugada ya nos fuimos a dormir.

Luna



Ocio Nocturno




Domingo 27 de junio de 2010

El día despertó nublado y amenazando lluvia. Al terminar de desayunar nos pusimos a jugar a las cartas, tocamos todas las variedades de juegos posibles; cuatrola, guiñote, rápido, mentiroso, tute, cuadrado...



La lluvia no se hizo de esperar y nos obligo a meternos en la tienda a seguir con nuestros juegos de cartas. La sucesión de tormentas no nos dio tregua y tuvimos que improvisar el lugar donde hacer la comida. Después de comer aprovechamos un rato de pausa llovial, para desmontar las tiendas. Unos tímidos rayos de sol permitieron que todo el proceso fuera más cómodo. Ya solo quedaba organizar todo en los coches -que nos llevo un rato- y salir hacia Zaragoza. El trayecto a la capital de Aragón fue bastante tranquilo con ratos de lluvia de breve intensidad.



Cabe destacar que durante bastantes kilómetros perdimos de vista a nuestros compañeros de viaje, los ocupantes del Hi30. Decidimos esperarles llegando incluso a circular a una velocidad ridícula en el tramo de autovía de Barbastro. Cuando los vimos aparecer continuamos el trayecto como si nada. De vuelta a la carretera de Barbastro nos pillo una gran tormenta que ya se intuía kilómetros atrás, obligándonos a circular a 50 Km. /h debido a la intensidad del agua que caía.



Estuvimos unos 20 minutos circulando en estas circunstancias hasta que remitió. Al poco de pasar Huesca, se veía otra tormenta así que decidimos parar en una gasolinera antes de meternos de lleno en ella para estirar las piernas y fumar el que quisiera. Fue salir de allí y empezar a llover con intensidad. Después de tantas tormentas por fin llegamos a Zaragoza y pusimos rumbo a Rosales para descargar el “mata pájaros”, tras una breve estancia allí nos desplazamos a Valdespartera para hacer lo mismo. En casa de Vero y Richi cenamos -algo que parece habitual en los Planazos- y comprobamos vía Internet si los conocimientos sobre animales de Alicia eran ciertos, lo que le dejo en evidencia, por que sus famosos Sarrios son algo parecido a ciervos y no marmotas que era la especie que vimos. Un rato de tertulia y para casa, que se hacia tarde y al día siguiente había que trabajar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario