Benasque: Ibones de Remuñe

Martes, 10/08/2010

Con el claro objetivo de vengar el forzado renuncio de nuestros “compis” Vero y Richi semanas atrás -debido al cansancio y a la fuerte intensidad del sol- nos propusimos ver los Ibones de Remuñe. Salida algo tardía del camping de los Llanos de Senarta -centro neurálgico de nuestras excursiones- nos pusimos rumbo hacia el punto de salida de la cita de hoy. Una vez aparcados y con las mochilas preparadas, echamos la vista abajo y con sorpresa apreciamos la cantidad de gente que se disponía a coger el autobús que les acercaría a la Besurta.

Saturación Pirenaica

Recorrido



Nada mas empezar nos encontramos con un fuerte desnivel -algo típico y ya acostumbrados por las excursiones con salida desde la carretera- y tras atravesar el bosque de abetos -llevándome algún que otro coscorrón y enganchón- llegamos al terreno cómodo. Seguimos andando por el sendero del valle de Remuñe. Hacia un calor asfixiante y apenas había sombras en toda la excursión, así que gracias al torrente de agua que nos acompaño durante gran parte de la ascensión permitió refrescarnos en numerosas ocasiones.


Valle de Remuñe

     



Tras un rato caminando por el sendero llegamos a unos bloques de piedra, una vez superados nos encontramos con un puente que cruzaba el río y que indicaba dos caminos. Decidimos no pasar por él y seguir por el lado derecho del río. Allí nos encontramos con la gran dificultad del día, teníamos que cruzar un arroyo que atravesaba el camino por encima de unas piedras. Alicia subió al lado del arroyo buscando la mejor zona para afrontarlo, pero regreso sin suerte. Tras unos minutos de parón inspeccionando el terreno, decidimos cruzarlo por lo que creímos que era la mejor opción. Alicia se mojo un poco las botas y yo me di cuenta que necesitaba unas mejores (no seria en la única ocasión) debido a que el agua llego a mis pies. Unos minutos después llegábamos al primer ibón, el Ibonet de Remuñe.

Paso Crucial



Ibonet de Remuñe



Nos pusimos rumbo a los siguientes ibones. Al poco de empezar le preguntamos a una mujer si íbamos bien encaminados y nos dijo que si seguíamos por aquí iríamos a parar al Collado de Remuñe. Así que dimos marcha atrás y tras una leve subida llegamos al primer Ibón de Remuñe, dónde después de buscar un sitio en el que no “pegara” el aire, decidimos parar a comer.

Ibon de Remuñe 1º



Con el estómago lleno y sabiendo que a partir de ahora iba a ser todo en descenso nos pusimos rumbo al segundo Ibón. No tardo mucho en aparecer. Con la grata sorpresa de los presentes debido a su tamaño y a sus increíbles aguas azules y transparentes.

Gran Ibón "Aguas Azules" de Remuñe






La vuelta se iba a realizar por el otro lado del valle lo que nos garantizaba no volver a pasar por el arroyo y su camino de piedras. Lo que no sabíamos era que nos íbamos a encontrar con grandes bloques de piedras lo que propicio que el descenso no fuera tranquilo. Al terminar los bloques volvimos a encontrarnos con algo parecido a un sendero y tras atravesar el riachuelo varias veces volvió a aparecer mas camino de piedra que nos llevo hasta un refugio natural. Allí volvió el clásico llano de hierba donde Alicia casi pisa una culebra -que siempre según ella- media más de un metro. Y ya llegamos al puente del desvío citado anteriormente. Menos mal que optamos por no cruzarlo debido a la fuerte pendiente de subida y camino complicado por los enormes bloques de piedras de ese lado del valle. Así que solo nos quedo pasarlo y volver al camino de la ida pero esta vez en descenso. Sin ninguna prisa y con los deberes ya hechos, procedimos a una vuelta tranquila en la que a Alicia casi le da algo al contemplar un gran campo de lirios.

Descenso por el otro lado del valle

Campo de Lirios

     

Una vez en el coche pusimos rumbo al camping -sobre las 17:15- y tras una agradable ducha dimos paso al descanso y al juego del “UNO”, que se convertiría en habitual estos días de periodo vacacional junto a Ron Añejo Caribeño Mayarai siempre presente en las celebraciones.

Camping

Tomando Apuntes